Según el Comité organizador saharaui del campamento de protesta establecido a las afueras de la ciudad de El Aaiun, son ya unas 14000 personas las que allí se concentran. Alrededor de 4200 jaimas, entre las que muchas son tan solo trozos de tela utilizadas para refugiarse de la intemperie y proteger sobre todo a los niños, se han ido levantando de forma improvisada durante los últimos seis días.
En la tarde de ayer, dos conocidos generales marroquíes de alto rango, Housni Benslimane y Abdelaziz Bennani, han intentando negociar con los responsables del Comité saharaui para lograr desmantelar el campamento y acabar con la protesta, pero los saharauis se han negado a cualquier negociación si antes no se permite la entrada de agua potable, alimentos y medicinas. Los saharauis se quejan del desprecio que el gobierno marroquí está mostrando ante la protesta generalizada, sin que hayan recibido aún ninguna respuesta. Desde el Comité organizador se piensa que esa actitud despótica se debe en parte a que la prensa internacional no se ha hecho eco todavía, en toda su dimensión, de esta protesta masiva y reivindicativa que la población saharaui del Sáhara Occidental está llevando a cabo desde hace una semana en todas las ciudades del territorio ocupado, de forma más significativa en el campamento del este, por el gran número de personas que lo componen.
No se conoce una movilización igual desde el comienzo de la Intifada en el 2005. Una vez más, el pueblo saharaui está dando muestras de su unidad y de su profundo e irrenunciable deseo de lograr su libertad y su independencia.
El ejército marroquí y la Gendarmería Real, mantienen cercado el campamento mientras los helicópteros y avionetas militares sobrevuelan la zona las 24 horas. Al llegar la noche, los helicópteros con las luces apagadas del aparato, se acercan mucho y parece que fueran a tocar tierra. El ruido que producen aterroriza a la gente que no pueden dormir en toda la noche. Por si eso no fuera poco, grupos de colonos marroquíes, a los que el ejército permite la entrada al campamento, se dedican durante la noche, a entrar en las jaimas y asustar a la gente protagonizando escándalos con gritos y amenazas, que el equipo de saharauis encargado de la seguridad, intentan controlar.
De alguna manera se ha logrado introducir algunas provisiones, pero no llegan para abastecer a todo el campamento y el camino que hay que recorrer es dificil y muy largo, lo que hace más costoso el traslado de bidones de agua pesados, además de la continua persecución que sufren las personas que los traen.
Policías marroquíes vestidos de paisano, merodean por el campamento con cámaras de vídeo grabando a todo el mundo y no dan nombres cuando se les pregunta. Camiones del ejército y patrullas de la gendarmería controlan todos los acceso y evitan así que alguien pueda introducir agua. Los pozos de las cercanías ya están vacíos y algunas personas se han enfermado por la ingestión de esa agua que no está en buen estado.
A pesar de las dificultades, los saharauis están organizados. Grupos de ellos se van turnando para custodiar y velar por la seguridad de todos las 24 horas del día. A unos 40 metros, la policía marroquí los rodea y están preparados para todo. Incluso han trasladado grúas por si reciben la orden de desmantelar a la fuerza las débiles construcciones en las que están viviendo los saharauis.
Hoy no ha parado de llover. Todos rezan para que pare la lluvia porque las jaimas se están viendo muy afectadas y los enfermos pueden morir si no se encuentra una solución rápida. Los camiones de la policía marroquí recorre el campamento levantando mucho polvo a su paso, lo que hace que los enfermos de asma y otras afecciones respiratorias se vean obligados a salir de debajo de sus casetas pero fuera tampoco pueden respirar bien. Un activista de la organización ha dicho a la policía que "si alguno muere debido a su intransigencia en permitir la entrada de medicamentos, agua y alimentos, dejaremos su cuerpo frente a ustedes, porque serán ustedes los responsables de su muerte".
Otros campamentos similares se han intentado levantar en zonas como Cabeza Playa, en la costa de El Aaiun, pero ya han sido brutalmente desmanteladas en dos ocasiones, aún así, hoy se han vuelto a levantar 13 jaimas más por el momento.
*INFORMA: OFICINA DEL MINISTERIO DE TERRITORIOS OCUPADOS DE LA RASD Y COMITÉ SAHARAUI DE ORGANIZACIÓN DEL "CAMPAMENTO DE PROTESTA"*
Miles de saharauis improvizan un campamento- protesta en el desierto
Se trata de una reclamación más social que política. Piden a Rabat trabajo, vivienda y beneficios de los recursos naturales de la ex colonia
luis de vega / corresponsal en rabat
Día 19/10/2010 - 10.46h
Miles de saharauis se han instalado en las últimas semanas en jaimas (tiendas tradicionales de los nómadas) en las afueras de El Aaiún para exigir mejores condiciones de vida. El campamento improvisado se encuentra a una veintena de kilómetros de la capital del Sáhara Occidental en la carretera que lleva a la ciudad de Esmara.
Se han sumado a esta nueva forma de protesta, con tintes más socioeconómicos que políticos, entre 2.000 y 10.000 personas, según cifras ofrecidas a ABC por diferentes organizaciones e instituciones saharauis y marroquíes.
«Son reivindicaciones socioeconómicas, aunque las reivindicaciones políticas de fondo siempre aparecen», declara Naama Safari, copresidente de la ONG del Comité para el Respeto de las Libertades y los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental (Corelso). «Ni es político ni es pro-Polisario», añade Abdelah Hairach, un saharaui miembro del Consejo Real Consultivo para Asuntos del Sáhara (Corcas), institución impulsada por el rey Mohamed VI.
«Piden derecho al trabajo, a vivienda y a beneficiarse de los recursos naturales del Sahara Occidental, que sólo llegan a los marroquíes», comenta Hassan Duihi, de la Ejecutiva de la Asociación Saharaui de Víctimas de Violaciones Graves de Derechos Humanos Cometidas por el Estado Marroquí (ASVDH).
La presencia de personas varía entre 2.000 y 4.000, según Corcas «Estuve en el campamento el sábado. Lo vi bien organizado, sobre todo por los jóvenes, que lo están cercando para que, según explican, no entren malhechores», dice Hairach. «Sigue llegando gente, incluso de la ciudad de Bojador», más de cien kilómetros al sur de El Aaiún. La presencia de personas, según este miembro del Corcas, varía entre 2.000 y 4.000 personas, según sea de día o de noche y según sean días laborable o fin de semana.
El campamento permanece rodeado por las Fuerzas de Seguridad marroquíes, explica a ABC el activista Ahmed Sbai, que lleva instalado allí unos diez días en la jaima de su hermano y que estima que puede haber unas 10.000 personas. Hasta el lugar, añade, sigue llegando gente a pesar de los controles en las carreteras y en el casco urbano de El Aaiún para impedir que se sumen más personas a la protesta.
«La gente no quiere volver hasta que no se cumplan sus exigencias, sobre todo los diplomados y cuadros técnicos que están en paro», afirma Sbai. «En la noche del domingo las autoridades marroquíes pidieron a los jefes de tribu que trataran de poner fin a la protesta, si no intervendrían», comenta Hassan Duihi. Los jefes de tribu «dijeron que no tienen nada que ofrecerles a cambio», en referencia a que no se han cumplido las exigencias de los acampados.
Los marroquíes impiden la llegada de camiones cisterna.
Un día antes, el sábado, dos vehículos de la Misión de la ONU en el Sáhara, la Minurso, trataron de acceder al campamento, pero la Gendarmería Real se lo impidió, según fuentes de la ASVDH. «No puedo confirmar esto, puede que casualmente pasaran por el lugar», señalan fuentes de la Minurso a ABC al tiempo que reconocen no haber visitado el lugar. En cualquier caso, la instalación de esas jaimas «no es responsabilidad nuestra».
Con el paso de los días la población instalada en el desierto se ha organizado en cuadrillas encargadas de la seguridad, la higiene o para aprovisionarse de agua, «pues los marroquíes impiden la llegada de camiones cisterna».
Distintas páginas web de organizaciones a favor de la independencia del Sáhara y pro Polisario así como ONG de derechos humanos han difundido fotografías y vídeos del lugar, a veces incluso en Youtube. En algunos casos se aprecia la presencia de un helicóptero y un avión sobre las jaimas que aseguran se trata de medios de vigilancia y disuasión de la Gendarmería marroquí.
luis de vega / corresponsal en rabat
Día 19/10/2010 - 10.46h
Miles de saharauis se han instalado en las últimas semanas en jaimas (tiendas tradicionales de los nómadas) en las afueras de El Aaiún para exigir mejores condiciones de vida. El campamento improvisado se encuentra a una veintena de kilómetros de la capital del Sáhara Occidental en la carretera que lleva a la ciudad de Esmara.
Se han sumado a esta nueva forma de protesta, con tintes más socioeconómicos que políticos, entre 2.000 y 10.000 personas, según cifras ofrecidas a ABC por diferentes organizaciones e instituciones saharauis y marroquíes.
«Son reivindicaciones socioeconómicas, aunque las reivindicaciones políticas de fondo siempre aparecen», declara Naama Safari, copresidente de la ONG del Comité para el Respeto de las Libertades y los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental (Corelso). «Ni es político ni es pro-Polisario», añade Abdelah Hairach, un saharaui miembro del Consejo Real Consultivo para Asuntos del Sáhara (Corcas), institución impulsada por el rey Mohamed VI.
«Piden derecho al trabajo, a vivienda y a beneficiarse de los recursos naturales del Sahara Occidental, que sólo llegan a los marroquíes», comenta Hassan Duihi, de la Ejecutiva de la Asociación Saharaui de Víctimas de Violaciones Graves de Derechos Humanos Cometidas por el Estado Marroquí (ASVDH).
La presencia de personas varía entre 2.000 y 4.000, según Corcas «Estuve en el campamento el sábado. Lo vi bien organizado, sobre todo por los jóvenes, que lo están cercando para que, según explican, no entren malhechores», dice Hairach. «Sigue llegando gente, incluso de la ciudad de Bojador», más de cien kilómetros al sur de El Aaiún. La presencia de personas, según este miembro del Corcas, varía entre 2.000 y 4.000 personas, según sea de día o de noche y según sean días laborable o fin de semana.
El campamento permanece rodeado por las Fuerzas de Seguridad marroquíes, explica a ABC el activista Ahmed Sbai, que lleva instalado allí unos diez días en la jaima de su hermano y que estima que puede haber unas 10.000 personas. Hasta el lugar, añade, sigue llegando gente a pesar de los controles en las carreteras y en el casco urbano de El Aaiún para impedir que se sumen más personas a la protesta.
«La gente no quiere volver hasta que no se cumplan sus exigencias, sobre todo los diplomados y cuadros técnicos que están en paro», afirma Sbai. «En la noche del domingo las autoridades marroquíes pidieron a los jefes de tribu que trataran de poner fin a la protesta, si no intervendrían», comenta Hassan Duihi. Los jefes de tribu «dijeron que no tienen nada que ofrecerles a cambio», en referencia a que no se han cumplido las exigencias de los acampados.
Los marroquíes impiden la llegada de camiones cisterna.
Un día antes, el sábado, dos vehículos de la Misión de la ONU en el Sáhara, la Minurso, trataron de acceder al campamento, pero la Gendarmería Real se lo impidió, según fuentes de la ASVDH. «No puedo confirmar esto, puede que casualmente pasaran por el lugar», señalan fuentes de la Minurso a ABC al tiempo que reconocen no haber visitado el lugar. En cualquier caso, la instalación de esas jaimas «no es responsabilidad nuestra».
Con el paso de los días la población instalada en el desierto se ha organizado en cuadrillas encargadas de la seguridad, la higiene o para aprovisionarse de agua, «pues los marroquíes impiden la llegada de camiones cisterna».
Distintas páginas web de organizaciones a favor de la independencia del Sáhara y pro Polisario así como ONG de derechos humanos han difundido fotografías y vídeos del lugar, a veces incluso en Youtube. En algunos casos se aprecia la presencia de un helicóptero y un avión sobre las jaimas que aseguran se trata de medios de vigilancia y disuasión de la Gendarmería marroquí.
http://www.abc.es/20101018/internacional/marruecos-201010181423.html
Los saharauis acampan en masa contra la ocupación marroquí del Sáhara Occidental
Más de siete mil personas reclaman los mismos derechos de que disfrutan los ciudadanos de Marruecos
Simulando a los refugiados de Tindouf (Argelia), más de siete mil saharauis han levantado durante todo el fin de semana un campamento improvisado a 20 kilómetros de El Aiún para protestar contra la ocupación marroquí del Sáhara Occidental y para reivindicar los mismos derechos de los que gozan los marroquís, que poblaron el territorio de la antigua colonia española después de que Marruecos y el Frente Polisario alcanzaran un alto el fuego en 1991. “No tenemos acceso a los puestos de trabajo en la Administración ni a ningún tipo de servicio público porque nos consideran, a los saharauis, ciudadanos de segunda categoría”, ha denunciado una voz de la resistencia saharaui que ha preferido guardar el anonimato.
Ríos de saharauis de otras ciudades como Bojador o Smara siguen llegando hasta el lugar de la concentración para sumarse a las protestas que pretenden llamar la atención de la comunidad internacional para que “apoyen a este pueblo que sufre la discriminación del Estado marroquí", ha explicado uno de los manifestantes en declaraciones a EL PERIÓDICO. “¡Ya tenemos más de 2.600 jaimas!” Cuando sobrepasan las mil, ya deben ser reconocidos como refugiados, según Naciones Unidas”, ha recordado.
A la espera de Rabat
Un amplio cordón policial y militar rodea a las miles de jaimas y de saharauis que durante todo el fin de semana no han podido recibir agua, alimentos o medicamentos porque las autoridades marroquís “han interrumpido” el suministro. Según fuentes cercanas a los organizadores de esta movilización, los saharauis están esperando que el Gobierno marroquí envíe una delegación para alcanzar un acuerdo y “ponga fin a tantos años de marginación y sufrimiento”.
Pero las manifestaciones no solo hacen alusión a las reivindicaciones territoriales. Buena parte de la población saharaui se subleva a esta hora para exigir a Marruecos "respeto a los derechos de los saharauis" como primer paso para un proceso negociador entre el Polisario y Marruecos que ponga definitivamente fin al eterno conflicto del Sáhara Occidental. “Primero nuestros derechos y luego hablamos de autonomía o bajo qué bandera nos gustaría vivir”, han señalado desde El Aiún ciudadanos saharauis desvinculados de la militancia.
El Polisario, por su parte, ha pedido a la comunidad internacional un compromiso basado en la justicia y el derecho para encontrar una salida a los más de 30 años de litigio.
Más de siete mil personas reclaman los mismos derechos de que disfrutan los ciudadanos de Marruecos
Simulando a los refugiados de Tindouf (Argelia), más de siete mil saharauis han levantado durante todo el fin de semana un campamento improvisado a 20 kilómetros de El Aiún para protestar contra la ocupación marroquí del Sáhara Occidental y para reivindicar los mismos derechos de los que gozan los marroquís, que poblaron el territorio de la antigua colonia española después de que Marruecos y el Frente Polisario alcanzaran un alto el fuego en 1991. “No tenemos acceso a los puestos de trabajo en la Administración ni a ningún tipo de servicio público porque nos consideran, a los saharauis, ciudadanos de segunda categoría”, ha denunciado una voz de la resistencia saharaui que ha preferido guardar el anonimato.
Ríos de saharauis de otras ciudades como Bojador o Smara siguen llegando hasta el lugar de la concentración para sumarse a las protestas que pretenden llamar la atención de la comunidad internacional para que “apoyen a este pueblo que sufre la discriminación del Estado marroquí", ha explicado uno de los manifestantes en declaraciones a EL PERIÓDICO. “¡Ya tenemos más de 2.600 jaimas!” Cuando sobrepasan las mil, ya deben ser reconocidos como refugiados, según Naciones Unidas”, ha recordado.
A la espera de Rabat
Un amplio cordón policial y militar rodea a las miles de jaimas y de saharauis que durante todo el fin de semana no han podido recibir agua, alimentos o medicamentos porque las autoridades marroquís “han interrumpido” el suministro. Según fuentes cercanas a los organizadores de esta movilización, los saharauis están esperando que el Gobierno marroquí envíe una delegación para alcanzar un acuerdo y “ponga fin a tantos años de marginación y sufrimiento”.
Pero las manifestaciones no solo hacen alusión a las reivindicaciones territoriales. Buena parte de la población saharaui se subleva a esta hora para exigir a Marruecos "respeto a los derechos de los saharauis" como primer paso para un proceso negociador entre el Polisario y Marruecos que ponga definitivamente fin al eterno conflicto del Sáhara Occidental. “Primero nuestros derechos y luego hablamos de autonomía o bajo qué bandera nos gustaría vivir”, han señalado desde El Aiún ciudadanos saharauis desvinculados de la militancia.
El Polisario, por su parte, ha pedido a la comunidad internacional un compromiso basado en la justicia y el derecho para encontrar una salida a los más de 30 años de litigio.
http://www.elperiodico.com/es/noticias/internacional/20101018/acampada-contra-ocupacion-marroqui-del-sahara-occidental/541958.shtml
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