El pasado lunes 5 de junio, Said Dambar, joven saharaui asesinado por un policía marroquí en diciembre del 2010, era enterrado sin el consentimiento de su familia. El cuerpo del joven había permanecido durante 17 meses en al morgue del Hospital Ben El Mehdi, en el Aaiuún ocupado, por la negativa de las autoridades alauitas a realizarle una autopsia que habría confirmado la causa de su muerte. En un comunicado emitido el mismo lunes, la familia de Dambar explicó que su madre, Jira Ahmed Embarek, fue "persuadida por el adjunto de la seguridad de la ciudad" para que firmase un documento cuyo contenido "desconocía". Ella se negó a firmarlo, pero los agentes recogieron igualmente el cuerpo del joven y "lo enterraron sin la autorización de la familia y ni consultar con ella".
Said Dambar tenía tan solo 26 años cuando, en la madrugada del 22 de diciembre, fue asesinado de un disparo realizado por un policía mientras regresaba a su casa tras ver un partido de fútbol de la Copa del Rey española en un ciber café. Dambar era licenciado en Economía y trabajador del Ayuntamiento.
La Plataforma Espacio Sáhara Lanzarote y otras organizaciones de solidaridad con este pueblo africano han denunciado las circunstancias en las que se ha producido el enterramiento de Dambar; así como el asedio policial y paramilitar -del grupo "Escuadrón de la muerte"- a integrantes de su familia a activistas y a otros ciudadanos saharauis que han querido expresar su solidaridad con los afectados en El Aaiún.
UN NUEVO Y BRUTAL ASESINATO SIN REPERCUSIÓN MEDIÁTICA
Apenas unos días después de estos acontecimientos, la Plataforma de Apoyo al Pueblo Saharaui de Tenerife ha denunciado la comisión de un nuevo y brutal asesinato en los territorios ocupados del Sáhara Occidental. "El agravamiento de la represión en estos Territorios -afirman desde este colectivo - se ha saldado por el momento con el secuestro, asesinato y descuartizamiento del joven saharaui Handi Etarfaui cuya familia vive en Tenerife". Etarfaui también fue inmediatamente enterrado por las autoridades marroquíes para evitar que se le pudiera practicar una autopsia.
De acuerdo a las noticias que la propia resistencia saharaui ha logrado transmitir al exterior, en estos momentos las fuerzas de ocupación alauitas están "asaltando viviendas, destruyendo negocios, incendiando los vehículos y agrediendo a la población saharaui". La Plataforma de apoyo al Pueblo Saharaui de Tenerife, por su parte, ha informado de que una de las "casas destruidas con especial saña" ha sido la de la familia de la activista por los derechos humanos Sultana Jaya, que se encuentra actualmente en esta isla de Canarias.
El colectivo solidario ha convocado una concentración para este viernes 8 de junio en Sta. Cruz de Tenerife, en repulsa por el entierro sin permiso de Said Dambar y el asesinato de Hamdi Etarfaqui. "Nos volveremos a concentrar - dicen - para exigir que cese la violación de los derechos humanos en el Sahara Occidental, que se condene a los asesinos y que se obligue a Marruecos a abandonar un territorio que no le pertenece y al que somete a un continuo sufrimiento".
Pese a la gravedad de estos hechos, y los esfuerzos realizados de forma constante por las organizaciones de apoyo al pueblo saharaui, ni la nueva ola represiva ni el último asesinato cometido por la policía marroquí han provocado pronunciamientos de condena de la autoproclamada "comunidad internacional". Y es que la cotidiana represión con que la monarquía alauita sostiene la ocupación del Sáhara Occidental solamente es posible gracias al incondicional apoyo político que esta dictadura recibe de los gobiernos de países como Estados Unidos, Francia o España.
Una vez más, las instituciones canarias, las del Estado español y las de la Unión Europea guardan un silencio cómplice ante los crímenes que se continúan cometiendo a unas escasas 80 millas de nuestro Archipiélago.
Fuente:http://canarias-semanal.comUÍ http://canarias-semanal.com/not/2728/silencio_institucional_ante_los_nuevos_crimenes_de_la_dictadura_marroqui/
No hay comentarios:
Publicar un comentario