Louchaa Mohamed Lamin. Para todos los que te conocimos y compartimos tu lucha por la libertad del Pueblo Saharaui hoy es un día triste. Te fuiste calladamente, con esa discreción y dignidad propia de las personas que dedican su vida a luchar por la verdad y la justicia. Nos queda tu fortaleza, tu sabiduría, tu compromiso y tantas horas de conversación sobre la amistad y la solidaridad de dos pueblos, el canario y el saharaui, que cada día se sienten más unidos y dispuestos a combatir por una causa común, la libertad del Pueblo Saharaui.
Expresamos nuestro pesar a su familia, en especial a su hija Nadhira con la cual hemos compartido grandes momentos y a todo el pueblo saharaui que ha perdido a un gran líder.
Los Grandes nunca mueren, ¡siempre vivirán!
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